En promedio, los y las fanáticas de la música están pasando 20,1 horas a la semana reproduciendo sus playlists favoritas
Un nuevo reporte de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) acaba de revelar que las personas están escuchando más música que antes. Engaging with Music 2022 explica cómo el tiempo que pasan los y las fanáticas de la música escuchando sus canciones favoritas ha incrementado a comparación de 2021.
Para la investigación, la IFPI tomó una muestra de 44 mil personas de 22 países diferentes (Argentina, Australia, Brasil, Japón, Mexico, Sudáfrica, España y más), resultando en el estudio sobre música más grande que se ha hecho en esta temática. Uno de sus principales hallazgos tiene que ver con las horas por semana que los fans consumen en promedio a través de diferentes medios. A comparación del año pasado en el que se escuchaban alrededor de 18,4 horas por semana, en 2022 el promedio aumentó a 20,1 horas, una diferencia que es equivalente a reproducir otras 34 canciones de tres minutos.
Otra conclusión importante es que más del 45% de las personas estudiadas prefiere usar servicios pagos de música en streaming como Spotify, Deezer, Apple Music y YouTube Music bien sea a través de una suscripción para escuchar sin interrupciones, o a través de la opción gratuita con ciertas limitaciones y presencia de anuncios. Aun así, el streaming de audio no es el único medio a través del cual las personas están acercándose a la música ya que el streaming de video, la radio, la televisión, el cine, las bandas sonoras de los videojuegos y videos cortos suponen un gran porcentaje de la demanda.
En el caso de la radio, el 73% de la muestra afirmó que sintoniza sus emisoras preferidas principalmente por el contenido musical más que por el hablado. Su consumo entre las personas de edades entre los 16 y los 24 años equivale a un 56%, siendo el porcentaje más bajo frente a otros grupos poblacionales. Por otro lado, las personas entre 45 y 54 son quienes más demandan este medio de comunicación, resultando en un 77%.
Otras formas más tradicionales como los formatos físicos siguen vigentes, sin embargo, la compra de estos sigue siendo baja ya que tan solo el 12% de la muestra adquirió un CD durante el último mes, frente al 8% que compró un vinilo. Las principales motivaciones que se tienen a la hora de continuar adquiriéndolos son: preferir tener un álbum en físico, hacer el ritual de reproducir un LP en un tocadiscos, enriquecer una colección personal, apoyar artistas de forma más directa o leer las notas del álbum.
“El reporte de este año esboza un paisaje fascinante de los fans alrededor del mundo que escuchan y se interesan por la música hoy en día”, comentó la directora ejecutiva de la IFPI, Frances Moore. “Esto enseña los resultados de las asociaciones de los sellos discográficos con los artistas y su trabajo para adoptar nuevas tecnologías que conecten a los fans con sus canciones favoritas en más sentidos”.
La investigación también estudió los efectos que tiene la música en la salud mental y física de sus oyentes. En ese sentido, más del 60% de la muestra aseguró que reproducir sus canciones favoritas es importante para su bienestar mental, mientras que cerca del 70% afirmó que esta juega un gran papel para motivarle a hacer actividades como correr, yoga y ciclismo.
Respecto a los géneros musicales que más se escuchan alrededor del mundo, los resultados demuestran la popularidad de aquellos más convencionales como el pop, el rock, el hip hop, la electrónica y la ‘música latina’ (así se tipifica en el estudio sin hacer ninguna distinción). No obstante, los géneros catalogados como “locales” más escuchados son el sertanejo, la samba, el afrobeat y el góspel.
“Continuamos trabajando para asegurarnos de que quienes buscan sacar provecho de música sin licencia y no autorizada, no amenacen el brillo de un ecosistema musical que es tan esencial para artistas y fans”, agregó Moore, pues también se investigó el nivel de acceso a servicios no oficiales de música, que en algunos lugares del mundo son considerados ilegales. “Engaging with Music 2022 sirve como un recordatorio de la verdadera importancia global y el valor de la música y la necesidad de protegerla y apoyarla”.